LIBROS ABANDONADOS

Nunca creí que me iba a pasar, pero yo había regalado un libro a través de una persona, un libro que creía que la iba a gusta, lo elegí, y lo lleve para una persona que yo creía que tenía sensibilidad , cual fué mi sorpresa que ese libro estaba abandonado en una esquina después de un año. Fué como si me diesen un mazazo, cómo cuando veo abandonado un animal, que al no poderme a hacerme cargo, trato casí de no mirar porque no puedo hacer nada. Desde entonces siempre pienso no regalar libros es como si el conocimiento le despreciase, no digo que haya que leerlo pero el libro tiene que tener su dignidad, ser dado y recibido y colocado, ya solamente hojeado adquiere su razón de ser. Desde entonces sólamente regalo libros a personas que sé que los quiere, sino es mejor regalar cosas con fecha de caducidad.
Ahora comprendo a mi padre el sufrimiento que tenía con los libros